Mérida ha vivido esta semana su día grande con motivo de la festividad de la Mártir Santa Eulalia. Y es que un año más, las calles de la ciudad se abarrotaron de gente que querían ver y acompañar a su patrona en los dos desfiles procesionales que tradicionalmente se celebran cada año el día 9 por la noche y el día 10 por la mañana; entre los que destacaron las miles de personas que realizaron el pasado lunes la peregrinación desde la Ermita de Perales.
Precisamente, el alcalde, Pedro Acedo, fue el encargado de presidir este martes los numerosos actos que se celebraron en la ciudad con motivo de la festividad de Santa Eulalia. Así, a las 10:00 horas descubrió una placa conmemorativa de los veinte años del nombramiento de Mérida por la Unesco como Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
El acto, que se celebró a la entrada del Ayuntamiento y al que asistieron la consejera de Educación y Cultura, Trinidad Nogales, así como concejales municipales y las primeras autoridades civiles y militares, se inició con la intervención del Cronista Oficial de la ciudad y miembro del equipo redactor del expediente que se presentó a la UNESCO, José María Álvarez Martínez, quien recordó los minutos previos del 8 de diciembre en Cartagena de Indias (Colombia), antes del nombramiento.
Por su parte, la titular extremeña de Cultura señaló que este nombramiento “ha hecho del tesoro monumental de Mérida, patrimonio de todos los ciudadanos del mundo”, lo que ha servido para que en este lapso de tiempo “todos tomaran conciencia del compromiso que se adquiría en el respeto y la conservación del excepcional legado de la ciudad”.
En esta línea, el alcalde dijo que los primeros días de diciembre “son algo especiales” para los emeritenses. Prueba de ello es que el día 4 se celebraba “hasta hace bien poco” en la ciudad, la festividad de Santa Bárbara, patrona del Arma de Artillería, “muy vinculada a una ciudad de una tradición militar”.
Además, desde 1978, recalcó que la Corporación Municipal celebra la aprobación de la Constitución Española un 6 de diciembre de hace 35 años, un texto “nacido de la voluntad participativa de todos los españoles”, apuntó.
A su vez, el 8 de diciembre, el Ayuntamiento de Mérida “reitera cada año la solemne promesa que sus antepasados en el Gobierno municipal iniciaron el año 1620 y renueva el voto de la Inmaculada Concepción”.
“Fiesta grande”
Finalmente, el primer edil emeritense hizo alusión al día 10 diciembre, fecha en la que “celebramos nuestra fiesta grande”, la festividad de “nuestra patrona Santa Eulalia”. En este punto, explicó que en esta ocasión, “hemos hecho coincidir este sencillo acto como homenaje a todos los que participaron en el nombramiento de Mérida como Ciudad Patrimonio de la Humanidad”.
De esta forma, tras agradecer el trabajo que hace veinte años realizó el equipo redactor y a todos los que colaboraron para que el expediente de la declaración, como el Ministerio de Cultura y el Gobierno extremeño, a través de la Consejería de Cultura, recordó cómo hace veinte años, “el tañido de las campanas de las iglesias emeritenses anunció la consecución del preciado galardón”, mientras que el alcalde, concejales y primeras autoridades “celebraron una reunión simbólica” en el salón de actos del Ayuntamiento, donde se brindó por el nombramiento.
Finalmente, Acedo, junto al resto de autoridades y concejales, se acercó hasta la Concatedral de Santa María para iniciar la procesión hasta la iglesia de Santa Eulalia, donde realizó una ofrenda en el Hornito en nombre de la ciudad, y se celebró una misa que presidió el Arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil.
Las tradicionales pitarras, como por ejemplo la de Santiago Carrasco, una de las muchas que se celebran en otras casas de la ciudad, que recibió la visita del alcalde, pusieron el broche de oro al día de la patrona de Mérida.
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