La iglesia de Santa Eulalia de Mérida renueva su imagen con la instalación de dos nuevas vidrieras, una de ellas dedicada a la patrona emeritense, y la restauración de otras dos piezas. Además, la parroquia acaba de estrenar un coro, para el que se ha buscado un novedoso emplazamiento.
El trabajo de renovación de las vidrieras ha sido realizado por el artesano Francisco Nevado, de Almendralejo, quien ayer culminó parte de su trabajo con la instalación de varias piezas.
La más destacada es la obra dedicada a Santa Eulalia, de nueva creación, que se ha instalado en un lateral de la iglesia (en la pared que corresponde a la fachada norte). También ha elaborado unas nuevas piezas para la entrada lateral a la iglesia, por la que se accede directamente a la zona del altar. En este caso, ha creado un tríptico para el arco de medio punto con el escudo papal y los atributos de Santa Eulalia (la palma y el hornito). Este trabajo está pendiente de la colocación de las hojas de las puertas.
Nevado destaca que estas obras se han realizado según las técnicas tradicionales, con pinturas denominadas grisallas. La cocción se realiza en horno, a temperaturas superiores a 620 grados, y se deben dejar enfriar durante un día completo para evitar que se estallen.
Asimismo, ayer se colocó la vidriera dedicada a San Fernando, ubicada sobre la entrada principal al templo (fachada sur). En este caso, se trata de una pieza restaurada. Nevado también ha recuperado una vidriera dedicada a San Miguel, que ya se puede contemplar en la fachada sur, a los pies del templo. Según indica, ambas se encontraban en muy mal estado, con piezas rotas y otras con deformaciones por la polución y la humedad.
En todos los casos se ha instalado un acristalamiento isotérmico, un vidrio de seguridad colocado en el lugar donde estaba la vidriera, mientras que la obra artística queda un poco desplazada de su emplazamiento original para garantizar su conservación pero sin que afecte al resultado final.
Nuevo coro
La instalación de estas vidrieras se produce apenas dos semanas después de que el templo estrenara un nuevo coro, elaborado en la carpintería artesana de Miguel Cruz en Mérida. Está situado a los pies del templo, donde también luce un nuevo órgano, en lugar de en el piso superior, como hasta ahora.
En este emplazamiento también se ha colocado un retablo antiguo que se podía contemplar en un lateral del edificio. Como destaca el párroco, Antonio Bellido, de esta forma el coro se integra en la actividad de la iglesia, al tiempo que se gana una nueva pieza artística para realce del templo dedicado a la patrona de Mérida
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